La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta el sistema nervioso. La lucha contra esta enfermedad es constante y las soluciones más sencillas pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Lily Born, inspirada en su abuelo, creó una taza para ayudarlo y, sin saberlo, su invento se convirtió en un éxito que le generó millones.

Todo comenzó cuando Lily tenía nueve años y notó las dificultades de su abuelo para beber sin derramar el líquido ya que en lo cotidiano, los temblores producto de esta enfermedad son habituales, aunque también puede causar rigidez o una disminución del movimiento. Así nació la Kangaroo Cup, una taza innovadora que fue mejorando con el tiempo.

La historia de Lily Born, la creadora de la taza Kangaroo Cup

Con solo nueve años, Lily comenzó a desarrollar la idea de una taza que proporcionara mayor estabilidad. La primera versión de la Kangaroo Cup fue hecha de plástico y contaba con tres patas para evitar derrames .Al ver el éxito de su invento con su abuelo, Lily decidió fabricar una versión en cerámica para su padre, quien solía derramar café sobre su portátil.

Joe Born, el padre de Lily, quedó impresionado con la efectividad de la taza y decidió comercializarla. Juntos lanzaron una campaña en Kickstarter para financiar la producción. Con el éxito de la campaña padre e hija viajaron a Jingdezhen, la capital china de la cerámica, para perfeccionar el diseño y encontrar un fabricante.

Sin embargo, descubrieron que la cerámica no era lo suficientemente resistente, por lo que lanzaron un nuevo modelo de plástico mejorado, con asas más fuertes y patas más duraderas. Así, la Kangaroo Cup se convirtió en un producto esencial para aquellos que, como el abuelo de Lily, necesitan un poco más de ayuda para llevar una vida más cómoda.