"Joy": El milagro que cambió la medicina para siempre
Joy (2024) nos cuenta una historia que, aunque se centra en un tema médico y científico de peso, también está llena de humanidad. Dirigida por Ben Taylor, la película narra el proceso que llevó al nacimiento de Louise Joy Brown, la primera niña probeta, desde la perspectiva de Jean Purdy, una enfermera y embrióloga que tuvo un rol clave en este logro. Aunque el tema central es fascinante, la ejecución tiene algunos altibajos que hacen que la película no brille tanto como podría. Estreno en Netflix el 22 de noviembre de 2024.
La crónica de un hito histórico: el nacimiento en 1978 de Louise Joy Brown, la primera 'niña probeta' del mundo, y los 10 años de arduos esfuerzos que lo hicieron posible. Los hechos se narran desde el punto de vista de Jean Purdy, la joven enfermera y embrióloga que trabajó con el científico Robert Edwards y el cirujano Patrick Steptoe para ganarle la batalla a la esterilidad con la fertilización 'in vitro' (FIV). Este trío de visionarios inconformistas superaron enormes obstáculos para hacer realidad su sueño y dar esperanza a millones de personas. (Netflix)
Ben Taylor se enfrenta al reto de contar una historia técnica sin perder el lado emocional, y en parte lo consigue. El director logra mantenernos interesados en el viaje científico de Purdy, Edwards y Steptoe, mostrando tanto sus avances como los desafíos que enfrentaron. Sin embargo, a veces se siente como si Taylor dudara entre un drama humano profundo y un biopic más tradicional. Hay momentos en los que parece que la película quiere emocionarte, pero se queda a medio camino, sin explotarlo del todo.
El reparto hace un trabajo sólido, pero es Thomasin McKenzie, que interpreta a Jean Purdy, quien realmente lleva la película. Su actuación capta perfectamente la determinación y la pasión de una mujer que no solo luchó contra la esterilidad, sino también contra el machismo y la burocracia de la época. El resto del elenco, incluido el científico Robert Edwards y el cirujano Patrick Steptoe, cumple con su rol, pero ninguno logra sobresalir tanto como ella. Esto no es malo, pero deja la sensación de que los personajes secundarios podrían haber tenido más desarrollo.
La ambientación de los años 60 y 70 está muy bien lograda, con una recreación convincente de laboratorios y hospitales que reflejan la época. La banda sonora, aunque funcional, no deja una huella memorable. La edición, por otro lado, no siempre ayuda a la narrativa. Hay transiciones que resultan algo abruptas, lo que afecta el ritmo de la historia. Además, algunos diálogos demasiado explicativos hacen que en momentos Joy (2024) pierda naturalidad.
Joy (2024) nos trae un tema fascinante y una protagonista inspiradora, pero no termina de alcanzar todo su potencial. Es una película que se deja ver y que sin duda aporta algo interesante, especialmente si te interesa la historia de la medicina o el feminismo en entornos científicos. Sin embargo, le falta ese "algo" que la convierta en una experiencia realmente memorable.
Joy (2024) logra resaltar la importancia del trabajo de Purdy, Edwards y Steptoe, así como el impacto que tuvo su labor en millones de vidas. Una historia interesante que merecía un poco más de fuerza narrativa.