“Mufasa”, la apasionante precuela que indaga en el origen del rey león con aventura, pasión y emoción
No siempre ocurre que reversiones, secuelas o historias de origen en el cine sean mejores que las primeras versiones que se vieron de una historia. En el caso de Mufasa: el rey león pasa todo lo contrario. La precuela del film live action que se hizo hace unos años es superior en todo sentido a su desinflada predecesora.
Con efectos visuales superiores a su antecesora, Mufasa: el rey león no solo entretiene como una adrenalínica película de aventuras. También emociona como lo hizo la primera película animada que fue un fenómeno popular y masivo en 1994.
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De qué se trata “Mufasa”, la precuela de “El rey león”
Dirigida por Barry Jenkins, Mufasa: el rey león continúa la historia de Simba, el león que se convirtió en el rey de su “tribu” de animales después de desenmascarar la traición de Scar.
La trama arranca con el imponente animal ordenando a Timón y Pumba que cuiden a su pequeña cachorra Kiara para poder viajar con la leona Nala a una zona alejada, ya que está por agrandar la familia.
Mientras el divertido dúo cuida a la pequeña, se suma el sabio mandril Rafiki que es el nexo directo entre la nueva generación y la historia del reinado que se formó a partir de Mufasa.
El animal, entonces, irá contándole a Kiara la apasionante, hermosa y entretenida historia de cómo su abuelo forjó su reinado a puro esfuerzo: desde la época en la que era chico, hasta cuando de adolescente se hizo compinche de otro león llamado Taka, heredero de un linaje real y combatió contra unos villanos que los amenazaban.
Por qué es tan entretenida “Mufasa”, la precuela de “El rey león”
Una de las claves de Mufasa: el rey león es darle mucho vuelo a la dinámica de acción de la historia que crearon. Mientras que la anterior intentó construir plano a plano desabridamente la película animada original de 1994, esta vez el realizador volcó toda su pasión personal en darle un espíritu diferente a los personajes.
Más allá de los efectos especiales que son superiores al film de 2019, Barry Jenkins toma decisiones de manejo de planos, ritmos y un par de plot twist que, si bien no son tan originales, le dan un dinamismo inusual a una película de esta categoría.
La música, esta vez, es un complemento más de la historia a diferencia de la película animada, sobre todo. Aunque suenan muy bien con lo que pasa en la historia, las canciones de Lin-Manuel Miranda son solo un acompañamiento más.
Se nota que la emoción que tienen todas las líneas argumentales están ligadas al preconcepto que trae el director. “Todo se redujo al espíritu y la calidez que encontré en la historia. Llegué a El rey león cuando cuidaba a mis sobrinos allá por los años 90. Mi hermana era madre soltera y yo me quedaba en casa con los niños viéndola”, comentó, en una entrevista con AP.
El realizador la da una intensidad a los personajes a partir su buen manejo del clima en las escenas dramáticas. La altura, como en los grandes clásicos de Hollywood, vuelve a ser escenario de duelos con poderosa tensión.
Mufasa: el rey león es de esas películas que se quedarán rumiando en la cabeza una vez que salgas del cine. Su mensaje sobre los ancestros, el destino que tuvieron, sus vidas pasadas y lo que pudieron haber sufrido para llegar al lugar que alcanzaron, también, hace valorar mucho más el presente de cualquiera.