Nuevo tema de Yami Safdie
Yami Safdie presentó "Odio odiarme", una canción que aborda la lucha interna con la autoimagen y el deseo de reconciliación personal.
Con una melodía que combina suavidad y melancolía, el tema describe el conflicto emocional de enfrentarse al propio reflejo desde una perspectiva crítica, mostrando el peso de las inseguridades y la búsqueda de aceptación interior.
Desde el comienzo, Yami expone con franqueza los aspectos de sí misma que le resultan difíciles de aceptar, en un ejercicio de autoconfrontación que refleja el peso de las inseguridades personales.
A lo largo de la canción, se manifiesta un deseo persistente de dejar atrás esa mirada implacable, de alcanzar una relación más tranquila con su propia identidad.
El tema plantea un recorrido emocional que convierte el desahogo individual en una forma de compartir experiencias comunes.
"Odio odiarme” es una canción muy íntima, porque habla de mis inseguridades con respecto a mi cuerpo, mi personalidad y todas las cosas que me cuesta aceptar. Es una lucha constante en mi cabeza, tratar de no odiarme y creer un poco más en mí cada día. La compuse en un día difícil, en el que mis inseguridades pesaban más de lo normal, y la grabé al día siguiente con Coco, mi productor y amigo, con quien tengo una conexión especial trabajando. Me siento feliz con el resultado porque es un desahogo sincero, algo que tenía la necesidad de expresar y que espero haga sentir acompañadas a muchas personas que pasan por lo mismo", comparte la artista sobre el significado detrás del tema.
El mensaje de "Odio odiarme" se complementa con una portada directa: una imagen de Yami intervenida con dobles que subrayan, tachan y apuntan a diferentes partes de su cuerpo.
El abdomen aparece tachado, y las anotaciones refuerzan la tensión entre la percepción personal y el cuerpo.
La portada funciona como una extensión visual del tema, poniendo en primer plano el conflicto con la autoimagen y el esfuerzo por visibilizar una experiencia que suele mantenerse en silencio.
Las redes sociales y los avances en la comunicación han ampliado el acceso a la información y el contacto global, pero también han intensificado la exposición a estándares de belleza y a comparaciones constantes, lo que puede influir en la percepción corporal.
Trastornos alimentarios como la bulimia y la anorexia, aunque hoy más visibilizados, durante años permanecieron en segundo plano, afectando en su mayoría a adolescentes y jóvenes.
La canción de Yami Safdie se inscribe en este contexto, aludiendo a la insatisfacción con el cuerpo y a la distorsión interna que puede generarse a partir de estas dinámicas.
En Argentina, la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) trabaja en la investigación, el tratamiento y el acompañamiento de personas que atraviesan estos trastornos, así como de sus entornos familiares.
El enfoque de ALUBA no se limita a la dimensión clínica de los trastornos alimentarios, sino que incorpora una mirada integral sobre la persona.
El tratamiento contempla el acompañamiento continuo, con atención a las dimensiones emocional, social y profesional del paciente.
Se reconoce el miedo que suele estar presente en estos cuadros y se trabaja para generar un espacio de contención que facilite la recuperación.
Con cada lanzamiento, Yami Safdie continúa abordando temas personales en sus composiciones.
Su canción "Querida yo", en colaboración con Camilo, ha registrado más de 34 millones de reproducciones en Spotify y generado más de 400,000 creaciones en TikTok, lo que evidencia una amplia circulación en plataformas digitales.
Otro de sus temas, "En otra vida", también ha alcanzado cifras significativas, con versiones junto a Carin León y Lasso que ampliaron su alcance en distintas audiencias.
Estos registros marcan una continuidad en su producción musical centrada en experiencias íntimas y emocionales.
Las letras de Yami Safdie se enfocan en experiencias personales que remiten a vivencias compartidas por muchas personas, abordando emociones complejas con un lenguaje directo.
"Odio odiarme" se suma a esta línea de trabajo, al expresar en forma de canción una lucha interna relacionada con la autoimagen y la insatisfacción personal.
El tema pone en evidencia un conflicto que suele permanecer oculto, dándole forma a través de la música y el relato individual.
Un componente central del abordaje es la participación activa de la familia, entendida como un factor relevante en el proceso terapéutico y en la construcción de un entorno más estable y funcional.
Flechas y frases acompañan la imagen, marcando inseguridades como “Odio mis brazos y odio mi abdomen; odio que nunca estoy satisfecha”.