El Obelisco sopla 86 velitas
Hoy cumple 86 años el Obelisco, máximo emblema porteño, sello y marca registrada de la Ciudad, que fue erigido en 1936 por el arquitecto Alberto Prebisch
Fue inaugurado bajo la presencia del presidente Agustín P. Justo para celebrar los 400 años de la Primera Fundación de la Ciudad de Buenos Aires.
De su construcción participaron 157 obreros, se utilizaron 680 m3 de cemento y 1.300 metros de piedra calcárea blanca traída desde Córdoba.
En ese sitio flameó por primera vez la bandera nacional; en la torre de la Iglesia de San Nicolás de Bari que fue demolida para trazar la Avenida 9 de Julio.
El Obelisco tiene 67,5 metros de altura y 206 peldaños. Al llegar a la cima, hay un mirador con cuatro ventanales pequeños, desde donde se pueden observar algunas de las mejores vistas del centro.
El monumento se construyó en tan sólo 31 días, porque el entonces intendente de la ciudad había pedido que estuviese terminado para el 25 de mayo.
Esa “espada de plata refulgente” –según Baldomero Fernández Moreno– de estética racionalista, generó más de una polémica entre los partidarios de la renovación de la ciudad y los sectores más tradicionalistas.
Durante sus primeros años, muchos intentaron destruirlo. Tres años después de su inauguración, el Concejo Deliberante sancionó su demolición, y esta decisión fue vetada por el intendente de aquel entonces.
Pero, afortunadamente, allí está vivito y coleando. Es un referente de poder y verenación, una interpretación vernácula lo asocia al tango y la milonga
Por Mariela Blanco