Hemos recorrido años difíciles desde que decidimos convertirnos en un país independiente. El camino de la revolución, para evitar el hostigamiento del imperio extranjero ha sido duro y requirió de grandes sacrificios. Don José puso a disposición de este proyecto su cuerpo, cabeza y bolsillo. A diferencia de la estampita que recordamos, San Martin cruzo enfermo Los Andes, pero con el apoyo de todo su ejército. 

Podemos entender que aprendimos una historia personalista, de héroes que hicieron epopeyas… pero… ninguno estuvo solo. Nadie se salva solo. 
La gesta de la Gran América tuvo líderes, pero también grandes ejércitos, y… lo hacían pensando en el otro, y no en sí mismos. No buscaban la Gloria personal, sino la independencia de todos. 
Belgrano se conformaba con ser un buen hijo de su Patria.

Su camino nos llevó a la conquista de derechos, y la conformación de una Nación. 

Recorramos la historia, hagamos memoria. 
(Los liberales de 1880 apoyaban la escuela pública, la integración y la formación de una Nación, tambien). Que la historia nos acompañe, no es un embole.

Cata Cabana - Historiadora especialista en arquitectura, tango e historia sociopolitica.