Revolución del bienestar: vivir más años
“Los avances medicinales nos están dando la posibilidad de vivir más años. Ahora está en nosotros llenarlos de calidad; y cuando uno lo piensa de esta forma se da cuenta de que este fenómeno es un tsunami”, cuenta Alberto Naisberg, un ingeniero de 97 años que estudia en profundidad esta temática, y en particular a las denominadas “zonas azules” de longevidad extrema: lugares del planeta donde hay una cantidad inusual de personas superlongevas.
Los avances en medicina y en ciencias en general a los que alude Naisberg representan sólo uno de los motores para el aumento del protagonismo del nuevo bienestar.
Otro motor fue la pandemia, que trajo al escenario por un lado una conciencia de nuestra fragilidad física y mental, y por otro, produjo una introspección que llevó a replanteos en el equilibrio trabajo-ocio y la calidad de vida en general. Sacando el boom de la inteligencia artificial generativa de los últimos cinco meses (ChatGPT y otras aplicaciones), las historias más potentes de la temática de innovación en lo que va de la década tuvieron que ver con el área de las “ciencias de la vida” justamente por la urgencia que trajo el Covid: lo rápido que se hicieron, produjeron y distribuyeron las vacunas; la tecnología de ARN mensajero, etc. Y el tercer motor es el cambio demográfico acelerado: América Latina es hoy, según un informe sobre “economía plateada” del BID, el continente que envejece a mayor velocidad en el mundo: en la década que viene un tercio de la población tendrá más de 60 años –como pasa en Japón y pasará pronto en Italia y España-, y este segmento tiene al bienestar como una prioridad.
Por: María Lorena Belotti, Periodista Médica