Paritarias sin tope y cláusulas gatillo: cuál es la política salarial del gobierno de Javier Milei
El presidente Javier Milei considera que las paritarias deben seguir siendo libres y en este sentido rechaza cualquier sugerencia de fijar topes o establecer acuerdos más allá de lo que negocien empresarios y trabajadores, según señalan en la Casa Rosada. Pero, el jefe de Estado sabe que es necesario evitar que las paritarias se renegocien con altas expectativas de inflación futura y se acorten los períodos de los acuerdos. Por esta razón, ve con buenos ojos que los acuerdos salariales tengan cláusulas gatillo.
La razón fundamental es que el Presidente aspira a que los acuerdos salariales tengan como referencia la inflación pasada –no las expectativas-. Además, la presencia de cláusulas gatillo permitirá cierto ordenamiento de las negociaciones salariales, evitando que las partes se vean obligadas a negociar en plazos cortos.
El principal sindicalista al que consulta frecuentemente Milei es Gerardo Martínez, titular de la Unión Obrera de la Construcción, a quien el presidente respeta por considerarlo un hombre culto y muy aggiornado en materia laboral. Al respecto, este jueves estaba previsto que el jefe de gabinete, Nicolás Posse se viera con el titular de la UOCRA, Gerardo Martínez. Sin embargo, el encuentro se suspendió porque, según allegados al sindicalista, “luego del DNU quedo suspendido todo diálogo”.
Déficit cero y salarios de la política
Sucede que Milei está convencido de que “Argentina se encuentra en una situación límite, al borde del abismo” y en este sentido se manifiesta dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance para lograr el déficit cero y no emitir para financiar al Tesoro - aunque esto suponga conflictos con los gremios del Estado-. En lo que se considera un gesto, en la Casa Rosada están estudiando recortar los salarios de los funcionarios políticos.
En cuanto a los salarios de los empleados públicos, comentan que el primer mandatario ya les comunicó a sus colaboradores que “voy a actualizar si tengo plata”.
Para el Presidente la austeridad y cortar gastos del Estado son cuestiones prioritarias. Ya estima que con las primeras medidas de su mandato, como la reducción de ministerios, secretarias y otras erogaciones, se logró un ahorro de unos 3.000 millones de dólares. Por lo pronto, los tiempos austeros ya comenzaron en la Casa Rosada limitándose, por ejemplo, los viajes al exterior de sus principales funcionarios.
Deterioro del poder adquisitivo
El salario viene perdiendo de manera sistemática contra la inflación. Los últimos datos difundidos por el INDEC, correspondientes a septiembre pasado, muestran que los ingresos de los trabajadores perdieron valor en términos reales en catorce de los últimos quince meses.
En el acumulado de los primeros nueve meses del año, los salarios han experimentado un aumento total del 95,55%, lo que se traduce en un descenso del 3,25% en términos reales, según datos de la consultora ACM.
Este resultado es producto de la caída conjunta de todos los sectores que perciben un salario. El sector registrado experimentó una reducción de 1,4% en lo que va del año. El segmento más perjudicado fue el sector no registrado que sufrió un descenso en su poder de compra de 13,37% durante el mismo periodo.
Dentro del segmento registrado, se observa que el salario real del sector público experimentó una caída real del 1,46% en el acumulado del año, mientras que el sector privado tuvo un recorte de 1,5%.
A partir de la aceleración inflacionaria de las últimas semanas, todo indica que los salarios sufrieron un nuevo golpe. Cabe señalar que consultoras como Ecolatina o Eco Go esperan una inflación del 25 y 28%, respectivamente, para diciembre y proyectan una variación superior a 20% para enero.
Fuente: Ambito