“Cara de cortisol”: la obsesión que se viraliza en TikTok y la advertencia de los médicos sobre sus causas
En los últimos meses, TikTok es escenario de una tendencia viral sobre la “cara de cortisol”, que asocia el estrés con cambios notables en el rostro.
Bajo hashtags como “cara de cortisol”, “cara de luna” o “cara de cortisol antes y después”, millones de usuarios comparten videos que muestran transformaciones faciales, alegando que la hinchazón y redondez del rostro pueden revertirse con prácticas como el yoga facial, la hidratación o los masajes con piedras de jade.
Con frases como “no eres fea, solo tienes cara de cortisol”, muchos influencers popularizan un término que describe el efecto del estrés crónico en la apariencia facial. Sin embargo, médicos y especialistas advierten sobre la falta de evidencia médica y la necesidad de entender mejor este fenómeno, en el cual intervienen diversos factores.
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, que el cuerpo libera ante situaciones de estrés o bajos niveles de glucocorticoides en sangre.
Entre sus principales funciones, el cortisol regula el metabolismo, controla la inflamación y mantiene la presión arterial. Aunque su papel en situaciones de estrés es esencial para proporcionar la energía necesaria en momentos de emergencia, los niveles elevados y prolongados de cortisol pueden tener efectos perjudiciales.
Los expertos coinciden en que el cortisol crónico puede llevar a la acumulación de grasa en el rostro, abdomen y cuello, además de provocar acné y una pérdida de colágeno que acelera el envejecimiento facial.
Por qué el estrés no es la única causa de la “cara de cortisol”
A pesar de la popularidad del término “cara de cortisol”, los especialistas advierten que el cortisol no es el único responsable de la hinchazón facial.
Consultado por Infobae, el médico clínico Ramiro Heredia (MN 117.882) del departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas, explicó que “el aumento crónico del cortisol genera una condición que se llama hipercortisolismo, que puede deberse a una mayor producción por parte de las glándulas suprarrenales -que es la principal fábrica de esta hormona del cuerpo- así como el consumo de corticoides exógenos”.
La médica especialista en medicina estética Eva Fischer (MN 183.318), precisó que el exceso de esta hormona puede disminuir las fibras de colágeno, alterando la estructura de la piel y generando flacidez. Esto, unido a la tensión constante por el estrés, puede acentuar las líneas de expresión y producir retención de líquidos, visible en áreas como los párpados y alrededor de los ojos.
Este año, la comediante estadounidense Amy Schumer reveló que tiene el síndrome de Cushing exógeno, provocado por recibir inyecciones de esteroides. En una entrevista, contó que compartió su diagnóstico para fomentar la salud y la positividad corporal de las mujeres. “La vergüenza y la crítica de nuestros cuerpos en constante cambio es algo con lo que he lidiado y presenciado durante mucho tiempo”, explicó.
En este punto, la médica dermatóloga Rajani Katta, del Baylor College of Medicine, de Houston, subrayó que esta enfermedad es una de las pocas condiciones médicas en las que el cortisol elevado provoca una hinchazón extrema.
Esto lleva -según detalló Heredia- a distintos cambios en el cuerpo que definen lo que se llama el síndrome de Cushing: un cambio en la distribución de la grasa corporal, un aumento de contenido de agua y sal en el cuerpo (retención hidrosalina) y una de las características fenotípicas de este síndrome es el edema facial, conocido como “cara de luna llena” o “cara de corticoides”.
Qué otros factores contribuyen a la hinchazón facial
La hinchazón facial no siempre está vinculada exclusivamente al cortisol; otros elementos también pueden contribuir a este efecto. De hecho Heredia aclaró que “no alcanza (para que se produzcan esos niveles de hinchazón) con el aumento momentáneo de los valores de cortisol producto del estrés crónico, sino que tiene que haber otras causas que genera el aumento del cortisol”.
Según la dermatóloga Ana Molina, la retención de líquidos es una causa común de la inflamación en el rostro y puede deberse a factores como el consumo elevado de sal, el insomnio o ciertos medicamentos, e incluso condiciones de salud como el hipotiroidismo.
Asimismo, una dieta alta en azúcares y carbohidratos ultraprocesados impacta la piel a través de un proceso llamado glicación, el cual daña las proteínas de colágeno y elastina, aumentando las posibilidades de una piel menos firme y más propensa a arrugas.
Según Fischer, “tanto el estrés crónico como la exposición excesiva al sol son factores críticos que aceleran el envejecimiento prematuro y aumentan la flacidez y sequedad de la piel”.
Recomendaciones para estabilizar los niveles de cortisol
Los expertos sugieren que reducir los niveles de cortisol puede ayudar a minimizar sus efectos visibles en la piel.
Recomiendan incorporar alimentos antiinflamatorios y ricos en triptófano, como los carbohidratos complejos y el magnesio, que ayudan a regular el azúcar en sangre y a mejorar la producción de serotonina, reduciendo el impacto del estrés en el cuerpo.
Por su parte, Fischer aconsejó prácticas de bienestar como la meditación y la introspección para reducir el estrés, priorizando “un cambio profundo en el interior” que se refleje en una piel más saludable.
Por último, la cosmetóloga española Raquel González sugirió además el uso de cosméticos calmantes, como aquellos que contienen niacinamida, y el masaje facial, que ayuda a descongestionar el rostro, promoviendo una mejor circulación y una apariencia más tersa y rejuvenecida.
Fuente: InfoBae