El Obelisco abre su mirador

ACTUALIDAD30/04/2025 Por Late
Se vienen las mejores vistas panorámicas desde lo más alto de Buenos Aires
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El ícono indiscutido de la Ciudad, el Obelisco porteño, sumó una novedad histórica: por primera vez, se puede ascender a su cima a través de un moderno ascensor y acceder a un mirador con vistas inigualables del paisaje urbano. Un cambio que transforma no sólo la experiencia del monumento, sino también la manera de mirar Buenos Aires.

Desde que se inauguró en 1936, el monumento atravesó los mandatos de 34 intendentes y 6 Jefes de Gobierno. Casi nueve décadas después, finalmente se concreta el anhelo de su arquitecto, Alberto Prebisch, con la incorporación de un ascensor que recorre los 67,5 metros de altura. Tiene una pared vidriada y otra con una pantalla, y el trayecto completo dura apenas un minuto.

“El mirador panorámico es una obra de ingeniería que realza uno de los íconos más queridos por los porteños. Buenos Aires se une a las grandes capitales del mundo que ofrecen vistas urbanas únicas”, destacó el actual Jefe de Gobierno, Jorge Macri, quien participó de la inauguración acompañado por su esposa, la periodista María Belén Ludueña, la vicejefa de Gobierno Clara Muzzio, el ministro de Espacio Público, Ignacio Baistrocchi, y el titular del Ente de Turismo, Valentín Díaz Gilligan.

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El acceso al Obelisco se realiza desde la Plaza de la República. Allí, luego de subir ocho escalones, se ingresa a la cabina, sostenida por un sistema de anclajes estructurales. Una escalera metálica rodea la instalación, diseñada para utilizarse en casos de emergencia. “Lo que vuelve único a este espacio es lo que se ve desde allí arriba. No hay otro punto en la Ciudad que ofrezca una perspectiva semejante”, señaló Clara Muzzio.

Después del viaje en ascensor, es necesario subir 35 escalones para llegar al área del mirador. Allí se encuentran las cuatro ventanas que permiten observar la Ciudad desde sus cuatro puntos cardinales. “La instalación del ascensor se hizo sin modificar la estructura original del monumento. Actualizamos las conexiones eléctricas y adaptamos el piso para fijar la escalera caracol y la base metálica. Las piezas del ascensor ingresaron desmontadas y fueron ensambladas en el interior, ya que el único ingreso sigue siendo la puerta original”, explicó Ignacio Baistrocchi.

Durante mayo, en conmemoración de un nuevo aniversario del Obelisco, se ofrecerán visitas gratuitas para vecinos, con cupos limitados. En paralelo, el Ente de Turismo trabaja en una licitación para la futura gestión del mirador, que incluirá una propuesta museográfica para enriquecer la experiencia.

“Con este mirador le ofrecemos al visitante algo mucho más potente que una simple foto desde abajo. Gracias al trabajo con el sector privado, los turistas podrán acceder a una experiencia única y panorámica de la ciudad”, aseguró Valentín Díaz Gilligan.

Diseñado por Alberto Prebisch para conmemorar los 400 años de la fundación de Buenos Aires, el Obelisco se alza sobre la Plaza de la República, lugar donde flameó por primera vez la bandera nacional en la ciudad.

El día de su inauguración, el sábado 23 de mayo de 1936, el entonces intendente Mariano de Vedia y Mitre pronunció unas palabras que anticipaban su destino: «Este Obelisco será, con el correr de los años, el documento más auténtico de este fasto glorioso del cuarto centenario de la ciudad fundada por Don Pedro de Mendoza. Dentro de las líneas clásicas en que se erige, es como una materialización del alma de Buenos Aires, que va hacia las alturas, que se empina sobre sí misma para mostrarse a los demás pueblos y, desde aquí, proclama su solidaridad con ellos».

Hoy, el Obelisco es Monumento Histórico Nacional, lo que implica que debe conservarse con extremo cuidado. Originalmente recubierto por lajas de piedra blanca cordobesa, en 1939 ese revestimiento fue reemplazado por revoque debido al desprendimiento de algunas piezas.

Además, se renovó por primera vez desde 1936 su pararrayos. La operación se llevó a cabo con una grúa de gran porte y una cápsula en la que trabajaron dos operarios suspendidos a gran altura.

La idea de incorporar un ascensor al interior del Obelisco no es nueva. Ya estaba contemplada desde el proyecto original. En una carta del 4 de mayo de 1936 dirigida al entonces ministro del Interior interino, Ramón S. Castillo, De Vedia y Mitre lo dejó escrito: «Existe el propósito de dotarlo de un ascensor interno que permita el acceso del pueblo a la cúspide del monumento».

Casi 89 años después, esa visión finalmente se concreta. Y Buenos Aires suma un nuevo balcón al cielo.

*Texto: Mariela Blanco*

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