Con estas palabras, Lamine Yamal —la joya del FC Barcelona— resumió su filosofía tras el electrizante empate 3-3 frente al Inter de Milán en la ida de semifinales de la UEFA Champions League. A sus 16 años y 278 días, se convirtió en el jugador más joven en marcar en una semifinal de Champions, y volvió a demostrar que el talento no entiende de edad.

Barcelona 3 - 3 Inter de Milán | Ida de semifinales - UEFA Champions League

El Estadi Olímpic Lluís Companys fue el escenario de una obra maestra del fútbol europeo. El Inter pegó primero con Marcus Thuram, quien aprovechó un mal retroceso culé y definió con frialdad a los 50 segundos. Denzel Dumfries amplió con un derechazo cruzado tras un contragolpe letal. Pero el Barça reaccionó: Lamine Yamal descontó con un golazo a pura gambeta, y Ferran Torres empató tras una gran jugada colectiva.

En el complemento, Dumfries volvió a marcar para los italianos, pero un remate de Raphinha —que impactó en el travesaño y luego en el cuerpo de Sommer— selló el definitivo 3-3.

 Además, el VAR anuló un gol a Lautaro Martínez por una falta previa de Barella, generando polémica y tensión en el banco de Inzaghi.

Yamal, del susto al show estadístico

Todo había comenzado con una imagen que preocupó: Yamal mostró molestias durante la entrada en calor. Sin embargo, terminó siendo el mejor del partido. Sus estadísticas lo confirman:

1 gol

4 remates al arco

86% de precisión en los pases

10 duelos ganados (el máximo del partido)

Ruta de calor: activo tanto en la banda derecha como en zonas centrales

3 regates exitosos

Participación directa en 7 jugadas de ataque

Con esta actuación, se convirtió en el jugador más joven en marcar y asistir en instancias decisivas de Champions League, dejando su huella en la historia del torneo.

Inzaghi: “Yamal me impresionó, pero más me impresionaron mis jugadores”

Simone Inzaghi, DT del Inter, reconoció al joven fenómeno: “Yamal me ha impresionado, claro. Pero más me ha impresionado el carácter de mis jugadores. Supimos golpear y resistir ante un equipo que en casa se hace muy fuerte.”

Análisis del editor: "Lo que vivimos fue un manjar de futbol, una joya irrepetible que nos recordó por qué amamos este juego con tanta locura. Barcelona e Inter nos regalaron una jornada de Champions, esa montaña rusa de emociones que quedará grabada en la retina y memoria. Que nunca se acabe esta Champions. Que partidos como este nos sigan estremeciendo el alma. Gracias por tanto".

El próximo martes, San Siro será el escenario de la vuelta. Pero este primer acto ya tiene un lugar en la historia. Y el nombre de Lamine Yamal empieza a escribirse con mayúsculas.

Informe de Osorio Víctor para Late FM 931.