Se trata de un estilo de vida que nos ayuda reconectar con la naturaleza. Si disfrutas de caminar descalzo por el césped o la arena, probablemente ya comprobaste sus beneficios alguna vez.

Earthing es un verbo que tiene origen en el inglés y deriva de la palabra earth, que significa tierra. Traducido, earthing quiere decir «conexión con la tierra».

Su principal promotor es Clint Ober, quien afirma que descalzarnos y conectar con la tierra supone numerosos beneficios para la salud. Es algo que él ha experimentado en primera persona, ya que solía tener problemas para dormir y dolencias crónicas.

Luego de notar que colocar los pies descalzos sobre la tierra tenía un efecto positivo en su salud todo cambió. Ober sintió que el contacto de los pies desnudos sobre la tierra equilibraba las cargas eléctricas corporales.

Él afirma que la tierra tendría cierta carga «negativa», de la que nos desconectaríamos al ponernos los zapatos. Al aislarnos de ella nos volvemos «positivos», debido a que es la carga opuesta.

Aunque es un tema que actualmente se está estudiando y del que hay poca evidencia científica, se han comprobado ciertos beneficios. Algunos tienen que ver con la reducción del daño muscular y del dolor, y la mejora en el estado de ánimo. Esto último se debe a que disminuye la depresión y los niveles de estrés.

Caminar descalzo por el césped o la arena es una buena opción. Tras un paseo, notarás la diferencia en tu estado de ánimo. También nadar en el mar, que es una fuente de electrones. Bañarse en ríos, lagos o aguas termales tiene un efecto similar.

Por qué no practicar actividades como yoga o tai chi. Disfruta de conectar con la tierra mientras haces deporte en un entorno natural: un parque, un bosque, la playa o un jardín.

También podés meditar sentándote en el suelo, sin usar mantas que bloqueen el contacto con la tierra. Acostarse también es bueno. Es importante estar un tiempo de entre 30 y 90 minutos diarios.

Por: Loli Belotti

Fuente: Bioguia