En un inicio intenso del Grupo C del Mundial de Clubes, Boca Juniors debutó con un empate 2-2 frente al Benfica en el Hard Rock Stadium de Miami, en un partido que combinó momentos de eficacia, sufrimiento y polémicas. En un estadio colmado por más de 30 mil fanáticos xeneizes, el equipo de Miguel Ángel Russo —en su tercera etapa al mando del club— mostró carácter ante un rival de jerarquía, que contó con figuras como Ángel Di María y Nicolás Otamendi.

Un primer tiempo de golpe por golpe

Boca sorprendió de entrada con un planteo firme: replegado, ordenado, y saliendo con velocidad por las bandas. En la primera llegada clara, a los 21 minutos, Merentiel abrió el marcador tras una asistencia exquisita de Blanco, que incluyó un caño y un pase filtrado. El uruguayo definió con autoridad ante Trubin para el 1-0.

Seis minutos después, a los 27', Boca volvió a golpear. Battaglia aprovechó un nuevo desajuste defensivo del Benfica y, con un derechazo letal, puso el 2-0. El Xeneize era eficacia pura: dos llegadas, dos goles.

Pero cuando parecía tener el control absoluto, llegó la polémica. En tiempo adicionado, a los 45’+3, el árbitro, a instancias del VAR, sancionó un penal dudoso por una infracción de Palacios sobre Otamendi. Ángel Di María lo cambió por gol con categoría y descontó para el Benfica antes del descanso.

Complemento intenso y empate con sabor a bronca

El segundo tiempo se jugó con menos ritmo, pero con alta tensión. Boca apostó al orden táctico, con línea de tres centrales y contención en el medio, mientras Benfica crecía en tenencia sin profundidad.

El partido se volvió más friccionado con la expulsión de Bellotti tras una dura entrada a Ayrton Costa. Más tarde, Boca también se quedó con diez por la roja a Nicolás Figal, lo que hizo retroceder aún más al equipo argentino.

Finalmente, a los 84 minutos, y tras una pelota parada, Nicolás Otamendi apareció solo en el área para cabecear con potencia y marcar el 2-2. Marchesín nada pudo hacer. Boca no supo sostener el resultado y dejó escapar dos puntos clave.

Declaraciones y futuro inmediato

“Superamos las expectativas y dimos un plus”, afirmó Merentiel, autor del primer gol y uno de los destacados de la jornada. Di María, ovacionado por los presentes, agradeció a la afición: “Estoy feliz, el empate sirve para lo que viene”.

Russo, con autocrítica y templanza, analizó: “Hicimos un esfuerzo muy grande. Hay cosas que me gustaron y otras por mejorar. El penal no lo vi claro, pero no me quejo del árbitro. Ahora tenemos que pensar en el Bayern, que será aún más difícil”.

Próximo rival: el gigante bávaro

Boca enfrentará en la próxima jornada al Bayern Múnich, que debutó con una histórica goleada 10-0 ante Auckland City. Será un desafío mayúsculo para los de Russo, que buscarán consolidar su competitividad y espíritu combativo en esta edición del Mundial de Clubes.