La huella hídrica de los alimentos que comemos

LIFE STYLE30/12/2022 Por Late
La genera cualquier alimento destinado al consumo humano. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en sus siglas en inglés). La huella hídrica generada por una persona o comunidad se define como la cantidad toral de agua usada en el proceso de producción de bienes y servicios.
huellahidrica



Sirve como indicador medioambiental para saber cuánta agua cuesta lo que comemos. También se utiliza como forma de concientizar a las personas acerca de la cantidad de agua que se necesita para disfrutar la comida que se consume cotidianamente. La idea es fomentar en la sociedad un plan que permita gestionar de manera eficiente el vital líquido.

¿CÓMO SE CALCULA LA HUELLA HÍDRICA?
Para realizar el cálculo que se necesita para la producción de ciertos alimentos, se mide el volumen a través de sus metros cúbicos o litros.

Se debe incluir el agua utilizada al mismo producto, además de aquella que resulta contaminada en el proceso. También debe tomarse en cuenta la que es devuelta al mar o río y la que se evapora en el tiempo en que se lleva a cabo la producción.

 

Existen tres indicadores que tienen que tomarse en cuenta, casi de manera obligatoria, cuando se calcula la huella hídrica en alimentos. Dichos indicadores se clasifican en tres colores según el origen del agua que se utilizan durante el proceso de producción de los alimentos.

Huella hídrica verde:

Se trata del agua almacenada, tanto en la superficie como la subterránea, las dos están al completo alcance de los cultivos de plantas.

Huella hídrica azul:

Viene de las fuentes naturales y artificiales creadas por a través de distintas instalaciones o infraestructuras. Las mismas se obtiene a través de las lluvias o nieve y operadas por el hombre para tenerlas a su disposición cada vez que sea necesario en la cadena de producción.

Huella hídrica gris:

Se refiere al volumen de agua dulce, necesario para poder absorber cualquier agente contaminante, antes de regresar el agua a su fuente de origen. Teniendo en cuenta que dicha agua tenga la misma calidad que tenía cuando se utilizó en el proceso de producción.

 

El constante crecimiento de la población ha provocado que el consumo de agua se incremente de manera significativa. Pero, a pesar de la enorme cantidad de agua que se encuentra en el planeta, una cantidad mínima es apta para el consumo humano. Se trata de un recurso muy valioso y corre el riesgo de desaparecer con el aumento de habitantes.

 

Es importante que cada persona ponga de su parte para ayudar a reducirla. Para lograrlo es fundamental que las personas sean más conscientes de los alimentos que consumen. Así como también las diversas prácticas sostenibles que se pueden incorporar al estilo de vida actual.

Las personas consumen mayormente productos que se producen muy lejos del lugar donde residen. Pero no saben la cantidad de recursos que se destina para la producción de dichos productos. Cuando se trata de reducir la huella hídrica, lo recomendable es optar por alimentos de producción local.

Es fundamental incrementar el consumo de hortalizas, vegetales y frutas, mientras se reducen los productos cárnicos y de origen animal. La carne es uno de los productos cuyos procesos de producción, requiere de increíbles cantidades de agua dulce.

Se usan cantidades desproporcionadas de agua dentro del hogar. Lo que no ayuda al cuidado medioambiental y aumenta la huella. El ahorro de energía en el hogar es elemental. Reduce, reutiliza, recicla, es la regla de las 3R, creada para disminuir el uso de productos y servicios que provocan daños ambientales.

 

Por: Loli Belotti

Fuente: Bioguía

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