Roly Serrano, el entrañable actor de 68 años, despliega su historia, miedos y pasiones en diferentes teatros a lo largo de todo el país. Su unipersonal "Rolando" recibe muchos aplausos en cada provincia y quien supo interpretar al recordado "Sapo" en "El Marginal", entre otros papeles recordados, afronta el mayor desafío de su camino actoral.

Sobre los comienzos y cómo surgió la idea, en Cuatro Giros por FM Late con Sebastián Alonso contó: "Fueron como momentos clave, entre la cuarentena, la pandemia. Pero el año pasado volví de la temporada y de pronto me hackearon las cuentas y me sacaron todos mis ahorros, me quedé como dentro de un grito en bolas y sin documentos. Pero eso devino en una actitud reflexiva, de pensar un momento y decir para qué tanto, si en definitiva uno se pierde un montón de cosas solamente por trabajar y ahorrar y todo eso”.

En ese sentido Roly reflexionó sobre sus orígenes y su formación: "Desgraciadamente no tuve una familia durante toda mi vida. Inclusive yo a partir de los 13 años empecé a vivir solo en la calle y crecí así hasta que pude acomodarme, aprender, crecer y lograr sobrevivir. Hablamos de la famosa resiliencia".

Y siguió: "Tuve suerte en ese sentido, pero más allá de eso, también estoy muy agradecido con la cantidad de gente que en mi camino me dio una mano y me ayudó en los momentos más difíciles”.

En TV, tuvo un comienzo particular, la fue "remando". Contó: "Yo empecé a trabajar de grande en televisión hacía títeres. Durante 10 años fui solamente titiritero y fue una etapa hermosísima de mi vida, porque además crecí muchísimo como profesional. Creamos con mi socia el primer canal argentino para niños que se llamaba Cablín y después, un día alguien me dijo, vos tenés que actuar, vos sos actor y me dieron esa posibilidad". "Estudié mucho, aprendí, pero mi escuela mayor fue arriba del escenario”, remarcó el nacido en Guachipias, un pueblito salteño.

Ya hablando sobre su unipersonal y la gira por el país, en Cuatro Giros explicó que "hace rato tenía muchas ganas de hacer algo que fuera un poco más allá de la creación de un personaje, poner la verdad arriba del escenario, era como un logro". Y describe: "Esa verdad tenía que ver más conmigo. Estoy ahí a pleno, entregado, hablando de mí, riéndome de mí junto con la gente.

También reflexionó sobre una temática que muchas veces él mismo debate públicamente: el sobrepeso. "No es una batalla o una guerra que yo haya ganado; es continua, todos los días es un tratar de lograr estar mejor porque ya mi cuerpo indudablemente se empezó a resentir, tuve que operarme de cadera, ahora no tengo bien las rodillas. No es una lucha fácil pero la estoy dando".

Esa pelea comenzó en 2004 cuando falleció Claudia, su gran amor. Para el hombre que se crió a los golpes en Salta y se escapó de su casa para intentar ser feliz, será otro desafío que le tocará seguir enfrentando.

Para cerrar, aseguró que no se arrepiente de nada. "Tuve una muy buena vida y si algo hice mal, lo considero un aprendizaje que me hizo cambiar, modificar y mejorar”.

Por: Cuatro Giros