El Papa que reza por goles: Francisco, San Lorenzo y la gloria eterna de Argentina

ACTUALIDAD21/04/2025 Por Late
“En mi barrio se jugaba a la pelota en la calle, con cualquier cosa redonda. El fútbol enseña a trabajar en equipo, a sacrificarse, a soñar”.
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— Papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio no solo es el Papa de la Iglesia Católica. Es también, como tantos argentinos, un hincha de ley. Fanático de San Lorenzo de Almagro, el club de Boedo fundado por un sacerdote salesiano, y seguidor incondicional de la Selección Argentina, Francisco ha vivido el fútbol como una forma de fe: con alegría, pasión y sentido colectivo.

San Lorenzo en su corazón

Desde joven, el Papa se hizo socio de San Lorenzo, el club fundado por el padre Lorenzo Massa, lo cual ya lo ligaba simbólicamente con su vocación religiosa. Conserva su carnet de socio y ha demostrado en varias ocasiones su cariño por el equipo. Incluso, en el Vaticano ha recibido a delegaciones del club y ha posado con camisetas, trofeos y banderas cuervas. Cuando San Lorenzo ganó la Copa Libertadores en 2014, el trofeo fue llevado hasta Roma para mostrárselo.

Con su carnet de socio vitalicio del Ciclón, el Sumo Pontífice no dudó en recibir en el Vaticano al plantel de San Lorenzo cuando el club se consagró campeón de la Copa Libertadores 2014, la primera de su historia. Aquella copa cruzó el Atlántico para encontrarse con el hincha más famoso que jamás haya tenido San Lorenzo. “Mi alegría es la de todos los cuervos”, dijo entonces, entre sonrisas y bendiciones.

La Selección Argentina y su fe futbolera

En cuanto a la Selección, el Papa ha seguido con emoción cada etapa, y se mostró especialmente conmovido cuando Argentina ganó el Mundial en Qatar 2022. Aunque no se pronuncia públicamente como un hincha común, en varias entrevistas ha expresado su alegría por los logros del equipo nacional, destacando el espíritu colectivo, la humildad de figuras como Messi y la entrega de todo el grupo.

Pero la historia futbolera de Francisco también está tejida por celeste y blanco. Nacido en 1936, vio a la Selección Argentina coronarse campeona del mundo en tres ocasiones: en 1978, en casa; en 1986, con la epopeya de Diego Maradona en México; y en 2022, ya como Papa, celebrando en silencio el legado de Lionel Messi y la emoción colectiva de un país entero que volvió a tocar el cielo.

Sobre Maradona, Francisco dijo:

“Era un poeta del fútbol. En la cancha, era un genio. Y fuera de ella, un hombre que luchó mucho”.

Sobre Messi, en cambio, fue más espiritual:

“Es humilde, no se la cree. Lo admiro mucho, no solo por su fútbol, sino por su forma de ser”.

Y hasta tuvo palabras de afecto para otros genios del balón como Ronaldinho, a quien recibió en Roma y definió como “un embajador de la alegría brasileña”.

Francisco, el Papa de los pobres, también es el Papa de los pibes que sueñan con una pelota. Con él, el fútbol no es solo un juego: es comunidad, esperanza y redención.

Un fútbol con valores

Francisco no solo es un fanático desde la tribuna: promueve una visión ética y humana del fútbol, entendiendo al deporte como una herramienta de inclusión, fraternidad y crecimiento. Ha dicho que el fútbol debe educar en el respeto, el juego limpio y la solidaridad.

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