¿Qué hay detrás del crimen de Morena? Un análisis sobre el consumo de drogas, alcohol y delincuencia juvenil

ACTUALIDAD 12/08/2023 Por Late
El consumo de drogas y alcohol puede estar vinculado con la participación de los jóvenes en actividades delictivas, tanto como víctimas y victimarios.
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El consumo de drogas y alcohol es un problema social que afecta especialmente a los jóvenes, quienes se encuentran en una etapa de desarrollo físico, psicológico y emocional que los hace más vulnerables a los efectos nocivos de estas sustancias. Que también puede estar relacionado con la comisión de conductas delictivas, ya sea como causa, consecuencia o factor asociado.

 

Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el consumo de cannabis, cocaína, opiáceos y estimulantes de tipo anfetamínico ha aumentado en América Latina y el Caribe en los últimos años. Asimismo, el consumo de alcohol sigue siendo elevado en la región, especialmente entre los adolescentes. Estos datos reflejan una situación preocupante, ya que el consumo temprano y frecuente de drogas y alcohol puede tener graves consecuencias para la salud física y mental de los jóvenes, así como para su rendimiento académico, su integración social y su proyecto de vida.

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Por otra parte, el consumo de drogas y alcohol puede estar vinculado con la participación de los jóvenes en actividades delictivas, tanto como víctimas y victimarios. Según un estudio realizado por la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de Argentina (SEDRONAR) en 2012, el 17% de las personas privadas de libertad por delitos contra la propiedad o contra las personas había consumido drogas antes o durante el hecho delictivo. Además, el 28% de las personas que habían cometido delitos contra las personas había consumido alcohol antes o durante el hecho. Estos datos sugieren que el consumo de drogas y alcohol puede influir en la impulsividad, la agresividad y la alteración del juicio de los jóvenes, lo que puede aumentar el riesgo de involucrarse en situaciones violentas o ilegales.

 

Sin bien, no se puede establecer una relación causal directa entre el consumo de drogas y alcohol y la delincuencia juvenil, existen otros factores que intervienen en esta compleja problemática. Entre ellos se pueden mencionar: la pobreza, la exclusión social, la falta de oportunidades educativas y laborales, la influencia de los pares, la desintegración familiar, la exposición a la violencia, la baja autoestima, la búsqueda de sensaciones y el acceso fácil y barato a las sustancias. Estos factores pueden actuar como causas o como consecuencias del consumo de drogas y alcohol y de la delincuencia juvenil, generando un círculo vicioso difícil de romper.

 

Un ejemplo trágico y reciente de esta problemática es el crimen de Morena Domínguez, una niña de 11 años que fue asesinada por dos motochorros cuando caminaba hacia la escuela en Lanús, provincia de Buenos Aires. Los dos detenidos por este hecho son dos hermanos con antecedentes penales por robo que habían recibido beneficios judiciales. Según declaró el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, los acusados estuvieron toda la noche drogándose con paco (pasta base de cocaína) y salieron a robar para seguir consumiendo. ”Estaban drogados ni si quiera se acuerdan lo que hicieron”. Este caso muestra cómo el consumo de drogas puede estar asociado con la alteración de las facultades mentales, la marginalidad, la desesperación y la violencia que afectan a muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad social.

 

Cuantas Morenas, existen en todo el país que requiera de un abordaje integral que aborde las causas y las consecuencias del consumo de drogas y alcohol y de la delincuencia juvenil desde una perspectiva multidimensional e intersectorial.

 

Esta política debe incluir acciones preventivas, educativas, sanitarias, sociales y legales que promuevan el desarrollo integral de los jóvenes, protejan sus derechos humanos, fortalezcan sus factores protectores y reduzcan sus factores de riesgo. Asimismo, se debe fomentar la participación activa y responsable de los jóvenes en la construcción de una sociedad más justa, pacífica e inclusiva.

 

Como dijo el filósofo José Marti: “La juventud es la edad del crecimiento y del desarrollo, de la actividad y de la vivacidad, de la imaginación y del ímpetu”. No dejemos que las drogas y el alcohol apaguen el fuego de la juventud, ni que la delincuencia le quite el sentido a la vida. Como sociedad es necesario pujar por una juventud sana, libre, creativa y solidaria. Es un trabajo de todos: Funcionarios públicos, sector privado, escuelas, barrios y familias.

 

Presidente CIMACUP – Docente UAI

Fuente Ámbito

 

 

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