"Esto se explicaría porque las empresas están empezando a romper el mindset tradicional de los estereotipos de género", dijo Alejandra Vecchio, cofundadora de Puebla Inmobiliaria. 

Ciertamente, se puede ver en la práctica que, en los últimos años, hubo un crecimiento exponencial de mujeres al frente de algunos sectores como el de Bienes Raíces.

Consideró que literalmente, las mujeres vamos logrando visibilidad en este campo y vamos logrando poco a poco un lugar algo más justo. Hace medio siglo, regía la célebre y terrible frase "detrás de un gran hombre... la mujer". Ahora, al menos, estamos al costado, a la par.

Vecchio opinó que estar delante, es posible, pero sigue teniendo un costo muy alto, hay que rendir aún muchos exámenes. La presencia femenina contribuye al orden, a la metodicidad, a potenciar la sensibilidad y empatía con el cliente.

"La mujer ayuda a brindar una mirada más sensible y recordatoria acerca del servicio, algo que en las actividades comerciales a veces suele olvidarse", añadió la broker.

Por supuesto que entre los pendientes, todavía están los prejuicios. No siempre resulta para el otro una buena ecuación ser mujer y ser joven. Pero este mundo pide a gritos solidaridad, sensibilidad y cooperativismo a pesar de su feroz egoísmo, competencia e individualismo.

Urge cambiar de paradigma y crear trabajos con calidad de vida empresarial. Que no sea sólo el productivismo. Suena ideal, pero también posible.

Por otro lado, la tendencia de seguir trabajando en la igualdad y equidad de género, indefectiblemente, conducirá al incremento de mujeres en puestos claves de decisión.

"Hay que dejar atrás los viejos paradigmas a la hora de armar cuadros ejecutivos. Para ello es necesario seguir potenciando y empoderando los talentos que nos permitan lograr como organización la equidad de género", concluyó la profesional.