León XIV: el inicio de un nuevo pontificado en un mundo dividido

ACTUALIDAD18/05/2025 Por Late
Con una misa cargada de emoción, símbolo y oración, comenzó el pontificado de León XIV. Más de 250 mil fieles y 150 delegaciones internacionales se congregaron en la Plaza San Pedro. En su homilía, recordó al papa Francisco y pidió la paz mundial. Recibió el anillo del pescador de manos del cardenal Tagle. Se reunió con la presidenta de Perú.
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Por Osorio Víctor para Late FM 931

VATICANO.

En una jornada que quedará grabada en la historia de la Iglesia, León XIV asumió el pontificado con un mensaje claro de continuidad espiritual, cercanía pastoral y compromiso global. La Plaza San Pedro fue el escenario de su misa de entronización, con más de 250 mil fieles y la presencia de 150 delegaciones internacionales.

En un gesto cargado de simbolismo, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle fue quien le entregó el Anillo del Pescador de hombres, mientras que el cardenal congoleño Fridolin Ambongo Besungu colocó sobre sus hombros la faja litúrgica. Ambos actos fueron interpretados como un gesto profundo de universalidad y sinodalidad en el corazón de la Iglesia.

En su primera homilía, León XIV pronunció palabras de fuerte contenido afectivo:

> “Hemos vivido momentos intensos, la muerte del papa Francisco ha llenado de tristeza nuestros corazones, y en esas horas difíciles nos hemos sentido como esas multitudes que el evangelio describe como ovejas que no tienen pastor.”

“En la Pascua recibimos su bendición y tuvimos la certeza de que el Señor nunca abandona a su pueblo; lo ordena cuando está disperso y lo reúne.”

Afirmó, con claridad conceptual:

> “El Papa no puede ser un líder solitario ni un jefe por encima de los demás.”

En medio de un mundo marcado por tensiones, León XIV alzó su voz por la paz:

> “Llevo en mi corazón los sufrimientos del amado pueblo ucraniano. Que se haga todo lo posible para lograr una paz genuina, justa y duradera.”

Y con respecto a Gaza, agregó:

“Pido un cese al fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes. Que llegue ayuda humanitaria a una población agotada por la guerra.”

Durante la jornada, el nuevo Papa mantuvo una reunión privada con la presidenta de Perú, Dina Boluarte, en la sede diplomática vaticana. Se trató de uno de los primeros encuentros bilaterales de su pontificado y un gesto de reconocimiento hacia sus raíces latinoamericanas. León XIV, nacido de madre peruana y padre estadounidense, representa una síntesis cultural inédita en la historia pontificia.

El clima fue solemne pero cálido: León XIV recorrió la plaza en papamóvil, sin blindaje, en contacto directo con los fieles. Las vestiduras, sobrias y funcionales, acompañaron el estilo pastoral que promete un liderazgo más horizontal y abierto.

La ausencia del presidente argentino Javier Milei fue notoria. Sin explicaciones oficiales más allá del calendario electoral en Buenos Aires, su decisión de no enviar representantes fue interpretada como un distanciamiento político que contrasta con la alta presencia latinoamericana.

El pontificado de León XIV inicia así, entre desafíos globales y esperanzas renovadas, con una impronta pastoral cercana, sensible y decididamente latinoamericana.

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